Por diversos motivos hace varias noches que vengo
acordándome de Eco, la ninfa de los bosques locuaz, conversadora, que cometió
el error de entretener con su charla a Hera mientras las otras ninfas atendían
(sí, en ese sentido) a Zeus. Cuando Hera descubrió lo sucedido castigó a la
pobre Eco, condenándola a no poder decir nunca más una palabra propia, teniendo
que conformarse con repetir lo que otros decían.
Esto no significó que perdiera toda posibilidad de comunicarse.
Como bien sabemos, el lenguaje no se compone sólo de palabras. También cuentan
los énfasis, las pausas, el tono... De esos elementos tuvo que valerse Eco para
intentar ser comprendida...
El más célebre de sus diálogos (?) probablemente sea el que
mantuvo con Narciso, de quien la ninfa estaba perdidamente enamorada.
Parece ser que Eco estaba escondida, contemplando a su
amado, cuando éste presintió su presencia. “¿Hay alguien aquí?”, preguntó. Y
Eco respondió: “Alguien, aquí”. Narciso gritó: “No temas, ven”; ella respondió:
“Ven”. Y así siguieron conversando un
largo rato, hasta que... hasta que sucedió lo que quizá contemos en otro
momento-
¿Cuál es el sentido de recordar aquí a Eco? Hace un par de
noches alguien me elogiaba por todo lo que sé sobre las estrellas. Sin falso
pudor reconocí que no sé casi nada. Solamente tengo algunos buenos libros que,
ya que está, paso a mencionar, por si alguien quiere invertir en su
biblioteca.... “Mitógrafos griegos”, de editorial Akal, que trae textos de
Eratóstenes, Partenio, Paléfato; la “Biblioteca” de Apolodoro; Las “Metamorfosis”
y los “Fastos”, de Ovidio; “Los mitos griegos”, de Graves; el “Diccionario de
mitología”, de Grimal, y algunos otros más. De lo que se trata aquí es de usar, como Eco, las palabras de los
otros para intentar decir algo propio. Tomar lo que otros han dicho para contar
de un modo un poquito distinto, personal, historias que tienen miles y miles de
años. A fin de cuentas, eso es lo que hacemos todo el tiempo. Usar palabras que
ya existían antes que nosotros, que nos acogieron tanto como nos limitaron
desde nuestro nacimiento, para expresar de un modo personal lo que pensamos, lo
que sentimos...
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