sábado, 18 de julio de 2015

El gran amor de Selene, la Luna

Así llegaba Eos, la de las mejillas rosadas, a llevarse a Helios a descansar, hoy a la tarde. Nos regalaba, como sucede en estos últimos meses, la compañía de Venus y Júpiter. Pero a ellos se sumaba hoy una fina lunita, casi una uñita de Luna...

Imposible no quedarse extasiado ante tamaño espectáculo. No en vano la Luna ha sido asociada al amor. Atrae, seduce. Sin embargo, en otro tiempo hubo alguien capaz de seducirla a ella: el bello pastor Endimión. Tan enamorada estaba la Luna, que consiguió que Zeus le prometiera cumplir un deseo que Endimión le pidiese. Enterado el pastor, lo que solicitó fue la juventud y belleza eternas. Zeus se las concedió, al precio de sumirlo en un sueño sin fin. Conforme con el trato, Endimión se entregó a su sueño y en ese estado fue amado -y, si damos crédito a la promesa, sigue siéndolo- cada noche por Selene, la Luna, a quien se dice que dio algo así como cincuenta hijas. Qué soñaba Endimión mientras hacía el amor con la Luna es algo que ni los dioses parecen haber llegado a develar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario