jueves, 27 de octubre de 2016

Venus (y compañía...)

Quienes estén mirando en este momento el cielo, hacia el Oeste, se sorpenderán al encontrarse con una nueva versión de las Tres Marías. Claro que, en este caso, no se trata del cinturón de Orión, sino de una formación provisoria, que sólo tendrá lugar esta noche, cuya protagonista es Venus, Afrodita. Pero  Afrodita hoy no está sola: a su derecha está su abuelo, Crono (Saturno), y a la izquierda Antares (la "Anti Ares" o Anti Marte), el corazón del Escorpión. El nombre de Antares viene de que su semejanza a Marte, por el color, la convierte en su némesis sideral.
Noche fria, ideal para mirar el cielo. Ideal, también, para estar en buena compañía. Así lo entiende Venus (y le va mejor que a algunos de nosotros que desde la soledad del balcón nos conformamos con el calor de una mantita, mientras disfrutamos de la belleza del cosmos...)




lunes, 10 de octubre de 2016

Marte en el ojo del Arquero...

Noche agradable, en Buenos Aires, para mirar las estrellas. Me detengo en el Arquero, Sagitario, que suele asociarse con el Centauro Quirón. Esta noche Quirón tiene a Marte, el dios de la guerra, el Ares griego, en la mirada. Como si preparara una saeta letal contra sus adversarios. En la Tierra también vuelan dardos envenenados. En el hemisferio norte los lanzan quienes quieren alzarse con el mayor de los poderes concedidos con el voto popular. En el ámbito doméstico también vuelan flechas que hieren a los incautos.
Quirón tiene una rica historia como médico, como educador de héroes, como un ser sabio. Y tiene también una rica muerte, que termina llevándolo a engalanar el cielo con su figura.
Quirón era un ser inmortal. Pero no morir, contrariamente a lo que fantasean algunos hombres, puede ser también una condena. Esto lo descubre Quirón cuando accidentalmente  es alcanzado por una flecha lanzada por quien fuera su amigo, Hércules, Heracles. Flecha que, por si fuera poco, estaba emponzoñada con la sangre de la Hydra. Hay flechazos que provocan tal dolor, que llevan a desear la muerte. No sé si será abusar de la metáfora pensar en palabras hirientes, en desaires amorosos, en traiciones que transforman la vida en despojos, que truecan la alegría en un anhelo del silencio final.
El hecho es que el dolor causado por la herida es tan intenso, que Quirón abdica de su inmortalidad, cediéndosela a Prometeo, para alcanzar el último alivio. Cuando la muerte por fin termina con el sufrimiento Zeus decide catasterizarlo a modo de compensación.

viernes, 7 de octubre de 2016

La mirada de Afrodita


(Como cada atardecer, Venus despliega su belleza en el firmamento...)