domingo, 21 de agosto de 2016

¿Afrodita, herida? (También las diosas pueden sufrir)

En el canto V de la Ilíada el poeta cuenta el enfrentamiento entre Afrodita y Diómedes. Este último estaba a punto de matar a Eneas, hijo de la diosa. Afrodita bajó del Olimpo, tomó a Eneas en sus brazos, y se dispuso a sacarlo del campo de batalla.  Diómedes montó en su caballo, y emprendió la persecución,  "sabedor de que era una diosa delicada, no de esas que ejercen su soberanía en el combate contra los guerreros(...) Cuando la alcanzó, saltó con la aguda lanza y la hirió en el extremo de su tierna mano". ¿Qué hizo entonces la bella diosa? "Estalló en un gran alarido" y salió presurosa hacia el Olimpo donde recibió el consuelo de su madre Dione y los consejos de su padre Zeus.
No sabemos qué le ha pasado a la diosa, en estos días. Pero se la ve volar, presurosa al encuentro con su padre. Vale la pena seguir su derrotero por el firmamento, mirando hacia el Oeste, apenas entrado el sol. Así se veía a Venus Afrodita hoy a la tarde...
En los próximos días se la verá acercarse raudamente a Júpiter Zeus. Si sigue a este paso, el encuentro con su padre se llevará a cabo el próximo sábado 27.

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